viernes, 3 de abril de 2009

Elige tu propio final (by La Rizos)

Pues eso, que para dos veces que escribo en el blog al año... me meto en siete líos. Y esta vez me ha tocado terminar un relato empezado:

El principio lo ha puesto la pava rizosa en este post. Y la norma es terminarlo como me de la gana... con sólo una norma: no romper la estética del blog. Y como mi blog no tiene ninguna estética, porque mezclo cuestiones personales, relatos profundos y alguna que otra gilipollez, esta norma es a la vez complicada y muy sencilla... y he decidido llevar el texto a unos límites... diferentes, me dijeron. Y por supuesto, le he puesto un título, al final, para que lo conozcáis después de haberlo leido

Y aqui está

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(Recuerda leer antes el inicio aquí:)

Amparo abrió la puerta del copiloto, se metió dentro y le dio un beso en la mejilla a Juan, que la recibió con una sonrisa. Arrancó el coche. Pero en lugar de ir hacia el centro de la ciudad, tomó la salida más cercana y salió a la carretera.

-- ¿Pero no íbamos al cine? -- Juan no contestó. Se limitó a sonreír pícaramente.

Amparo empezó a ponerse nerviosa. No creía que Juan fuese de esas personas que dan de esas sorpresas que no olvidas en toda la vida. Pero claro, entonces… ¿qué quería? ¿no sería una violador o un asesino en serie? No… que absurdo, ¿verdad?

Durante los cuarenta minutos que duró el viaje, Juan no abrió la boca, y Amparo alternaba su mirada entre el asfalto y los misteriosos ojos del conductor.

El coche por fin cogió un desvió hacia lo que parecía ningún sitio, subió una pequeña colina, y cuando Amparo ya estaba despidiéndose mentalmente del mundo, llegaron a lo que parecía un aparcamiento, con una enorme pantalla al fondo.

-- Hemos llegado al cine. Bueno… al autocine. Vamos a ver cine de terror del malo.

Amparo alucinaba. Amante como era de las películas norteamericanas de los años sesenta, mil veces se había imaginado en un autocine, sentada en el asiento trasero de un Cadillac, con el capitán del equipo de fútbol a punto de meterle mano mientras unos platillos volantes sujetos con cuerdas recorrían la pantalla.

Cuando llegaron a su plaza, Juan paró el motor, se miraron dulcemente, acercaron sus rostros y ella le dijo suavemente:

-- Quiero palomitas y coca cola

Frustrado, Juan le dio dinero. Amparo fue a por las palomitas mientras su acompañante se peleaba con el altavoz. Volvió con dos enormes vasos llenos de palomitas y una botella de dos litros de coca cola. Se acurrucaron mirando a la pantalla: la película iba a empezar.

La película era mala. Horrible. La peor de la historia. En resumen, maravillosa. Amparo estaba disfrutando como nunca, Juan estaba acercándose cada vez más y la noche prometía mucho.

Cogió otra palomita, la llevó a la boca de Juan… y ambos se quedaron petrificados al ver unos diminutos ojitos en el maíz, y una voz, muy bajita y chillona que gritaba

-- ¡Me queríais comer! ¡Me queríais comer!

-- Noooo, te equivocas. No te queríamos comer -- contestó Juan, aterrado

-- Mentirosos. Os habéis comido a cien de mis hermanas. Y ahora queríais comerme a mí. Nos vamos a vengar. ¡¡Chicas!! ¡¡Al ataque!!

El vaso de palomitas empezó a temblar. Docenas de palomitas empezaron a moverse, saliendo en tropel del envase. Juan y Amparo estaban temblando de miedo. Intentaron huir, pero no consiguieron abrir la puerta del coche a tiempo.

Cuando las palomitas terminaron con la feliz pareja, salieron del coche, y se esparcieron por el autocine, despertando a sus compañeras todavía no devoradas, para cumplir con su venganza y acabar con los crueles asesinos de su especie.

* * *

Ana me miró, medio incrédula, medio divertida. Y terminé diciéndole:

-- Y por eso, cariño, no quiero comprarte palomitas.

-- No. Eso son excusas. No quieres comprármelas porque eres un tacaño.

Y después de discutir unos minutos, accedí a comprarle las palomitas que tanto deseaba.

FIN

(¿o no?)




(Título: Alimentos Asesinos II: La venganza de las palomitas)

9 comentarios:

Txispas dijo...

Curioso giro de la historia, jajajaja, yo me la hubiera comido antes de que hubiese empezado a gritar... jajajajaja

Redactor Jefe dijo...

Jajaja, muy bueno!! Recordaré la historia la próxima vez que vaya al cine y me pidan palomitas :)
Un saludo!

Janton dijo...

El premio al final más original lo tienes asegurado!! Joder, qué giro tipo peli de serie B de los cincuenta: "La venganza de las palomitas carnívoras" Seguro que eso no se le hubiera ocurrido a nadie más!!

Anónimo dijo...

Me he partido de risa. Al acabar la historia y pensarla un poco, se me ha quedado una cara que no podría definir...

Eingel, ha sido acojonante, creo que eres el que más me ha sorprendido de todos.

saludos!

Jenn dijo...

Jajajajajajajajajajajajajajaja, muy bueno, no me lo esperaba en absoluto, jejejejeje. Muy bueno.
Besos.

Brujita dijo...

como para pedir más palomita sen el cine... xD

besines embrujados

Oscar García dijo...

Jaja, el ataque de las palomitas. Esto me recuerda a aquel capítulo de los simpsons en el que los delfines tomaban la tierra y los desterraban a todos a vivir en el mar : )

Muy entretenida y con un final inesperado.

Un saludo

Anónimo dijo...

jajajajaja...k loco!!!!

No mas palomitas!!!

Pobre Amparo y su cita fallida..

jo

un buena pelicula de terror!!

saludos!

Fle dijo...

Estoy con Txispas, eso de mentir a una palomita que está a punto de morir masticada está feo, feo! :P

ME ha recordado al capítulo de futurama en el que se topan con unas cosas crujientes mu ricas que acaban siendo pequeños alienígenas, juas.

Un beso!

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