miércoles, 11 de febrero de 2009

Dame un minuto

-Soy Eingel, el trovador

Solo con esas palabras consigo que el ángel guardián de la puerta me deje entrar. Otros tienen muchos problemas, les hacen mil preguntas, les registran... es tiempo de guerra y la gente tiene miedo de todo el mundo. Pero dicen que yo soy el más grande, y temen que si me tratan mal, mi próxima canción les traerá problemas.

Ya estoy dentro. Como siempre, me hospedo en la fonda más barata, y en su comedor hablo con la gente, prestando mucha atención para mis nuevas historias... mi mente acumula experiencias, viejas historias. anécdotas... desde el miedo al enfrentarse con un oso, hasta la vergüenza de tener almorranas... todo puede formar parte de una historia.

Hoy está llena. En las habitaciones reservadas para dos o tres, hoy hay siete u ocho durmiendo con sábanas en el suelo. A mi no me importa, estoy acostumbrado a las penurias del viaje. A fin de cuentas, ellos también han venido a la feria del tiempo.

Al día siguiente, muy temprano voy a la plaza del pueblo. Muchos puestos están ya puestos, los madrugadores están buscando una ganga.

"¿Tiene un minuto, señor?" me preguntan por detrás. Asiento. "¿Ha pensado en meterlo en el Banco del Tiempo? Así, dentro de treinta años, tendrá mucho tiempo para hacer lo que quiera". "Ya... pero quizas dentro de treinta años no pueda aprovecharlo bien, prefiero hacerlo ahora que soy mas o menos joven"

Sigo caminando. Un policía ha detenido a un mormón porque alguien le ha denunciado por robarle su tiempo. Seguro que de todos modos lo habría perdido, y quien sabe, quizás sirva de algo ese tiempo.

La universidad... esa sí es una buena forma de invertir el tiempo, siempre que lo aproveches bien, no vale con depositar tu tiempo ahí y dejar que den sus frutos... tienes que cuidar tu tiempo.

Una mano en la espalda. Me vuelvo, es una mujer de mediana edad...

"Oiga ¿ha visto usted mi tiempo? Es que lo he perdido... No es mucho, pero es todo lo que tengo". "No, no lo he visto, lo siento". Seguro que lo ha cogido algún ladronzuelo, que ahora estará malgastándolo.

Esta feria ha degenerado mucho. Muchos lugares donde utilizar tu tiempo, métodos para ahorrarlo, pero realmente estoy perdiendo el tiempo aqui... Mejor me voy a trabajar

El sitio lo tengo reservado desde hace tiempo, ser tan famoso tiene sus ventajas, es un rincón a la entrada de la plaza. Como siempre, improviso una melodía con mi viejo laúd. Diez minutos, aproximadamente, para darle tiempo a la gente a reunirse. Me gusta que la gente utilice su tiempo en oir mis tonterías... solo espero que no lo consideren después tiempo perdido... Les cuento un par de chistes, un hermoso poema, y una historia sobre el tiempo, que no cuento aqui por abreviar

Termino, recojo los donativos y me marcho, con una sensación triste. Hoy el puesto más lleno era de un hombre que decía que el tiempo es oro... seguro que es una estafa. Pero lo cierto es que cada dia viene menos gente, me hago viejo y mis historias ya no gustan. Miro a mi alrededor, veo gente joven, con ganas de vivir, con todo el tiempo por delante, y me miro, viejo, solo y amargado... porque lo que me dijo la adivina ayer era completamente cierto.

"Tu tiempo ha pasado. Se ha acabado".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mi me ha encantado perder el tiempo leyendo tu historia.
Muy bonita, sí señor.
Un saludo.

Txispas dijo...

Yo también he perdido el tiempo, me ha gustado hacerlo.

Anónimo dijo...

Ha sido uno de los tiempos mejor invertidos. Recrearme en tu tiempo.

Anónimo dijo...

El tiempo es tiempo, tan relativo como la realidad, la verdad y la felicidad misma, viene, se va, toca la puerta y no siempre quiere entrar, pero ¿para que mortificarse por él? que haga lo que le venga en gana, finalmente es mas mio y mas nuestro que de nadie más, no seamos egoistas, cada quien tiene el suyo y lo ocupa como mejor le va....
Lo cierto es que no siempre se aprovecha el tiempo leyendo o escribiendo y no hay mayor placer que ese..

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