Había ido a la universidad. Había estudiado lo que quería, y le gustaba mucho. Al salir, trabajó en lo que había estudiado. Y le gustaba su trabajo. Hacía lo que deseaba. Pero necesitaba algo más.
Ascendió en su trabajo, llegó a tener un puesto importante, un buen sueldo, y un gran coche. Había llegado a donde quería llegar. Pero necesitaba algo más.
Decidió recorrer el mundo, conocer culturas nuevas, nuevas gentes. Subió montañas, recorrió desiertos, recorrió el fondo del mar. Había visto lo que quería ver. Pero necesitaba algo más.
Estudió filosofía, arte, idiomas. Buscó el porqué de todas las cosas, y el sentido de la vida. Escribió un libro, pintó un cuadro y plantó un árbol. Había aprendido lo que quería aprender. Pero necesitaba algo más.
Conoció a la mujer de su vida. Era hermosa, divertida, inteligente. Tuvieron dias románticos, noches de pasión y una amistad nunca lograda antes. Había amado a quien quería amar. Pero necesitaba algo más.
Entonces cogió la pequeña mano que parecía querer agarrar el aire, se la llevó a la boca, la besó dulcemente, y dijo...
--Bienvenida al mundo, hija mía.
Y ya no necesitó nada más
domingo, 18 de enero de 2009
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4 comentarios:
ficcion????
jeje cada diescribes mejor
ahhh nooooo, lefaltaba lo más importante, el libro de instrucciones de la enana :P
Increíble, con este post te has ganado un enlace a mi blog.
Genial
PRECIOSO
Simplemente precioso
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