El viejo relato que estaba buscando, me temo que ya no existe. No está la copia impresa donde tengo todos mis viejos relatos, y he rebuscado entre los viejos disquetes de cinco y cuarto, y sólo he encontrado los ya conocidos y algún proyecto a medio hacer.
Pero rebuscar en el archivo informático de hace quince años ha conseguido lo de siempre... que me ponga melancólico pensando en los viejos tiempos.
Mis padres supieron darnos una buena educación. Simplemente, nos enseñaron unas normas básicas, de sentido común, de convivencia y respeto. Y nos permitieron observar el mundo sin trabas.
Teníamos a nuestro alcance los cientos de libros de la casa (desde literatura clásica hasta libros de la segunda guerra mundial). Podíamos leer el Libro Rojo de Mao, Mi lucha de Hitler o Deportación, el libro más escalofriante escrito jamás sobre el genocidio judío. Podíamos ver ciertas películas de adultos (dependiendo el tema y si nos podian enseñar algo). Nos enseñaron a fijarnos en los detalles, a prestar atención.
En definitiva, nos enseñaron a pensar por nosotros mismos, a tomar nuestras propias decisiones, y a buscar nuestra propia verdad. Que no tenía que coincidir con la suya.
Gracias a eso, aprendí que si prestaba atención en el cole, no tenía que estudiar mucho para sacar buenas notas. Aprendí a dudar de todo lo que escuchaba o leía, para acabar sacando mis propias conclusioes. Aprendí que hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Aprendí a respetar las opiniones distintas a la mía. Incluso aprendí lecciones que jamás me enseñaron.
Lo que no llegué a aprender nunca es a moverme por el mundo como una persona normal. Siempre he acabado siendo el bicho raro, el tio al que le cuesta integrarse. Y no es por no haberlo intentado... pero siempe falla algo.
Cerca de la Estación del Silencio, había un muro. En el muro, había un grafitti... Decía, simplemente "Mata al poseedor de la verdad: miente" Hoy no existe el grafitti, ni siquiera existe el muro. Pero procuro no olvidarlo nunca.
Y.... a pesar de ponerme melancólico, tengo clara una cosa: eso de cualquier tiempo pasado fue mejor, es una falacia.
2 comentarios:
La melancolía de vez en cuando es buena,nos hace recordar aquellas pequeñas cosas que de otra manera tal vez caeria en el olvido.
Y sabes que pienso de los tiempos pasados? que a veces pueden haber sido mejores, o peores, pero lo que realmente son, son pasados y por mucho que queramos no volveran :)
Yo lo que creo es que se recuerdan así, en parte, porque una vez pasados se nos puede haber olvidado lo que tenían también de malos...hemos hecho mentalmente algo así como un colador cerebral...Y también, como dice Brujita, porque el saber que no volveran los cubren de una aureola de idealización...
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