miércoles, 20 de junio de 2007

Persona, animal o cosa?

¿Es una persona, un animal o una cosa? Esa era la primera pregunta de cierto juego, en el que el objetivo es adivinar qué hay en la mente del protagonista del juego. Gana, obviamente, quien acierta.

Pero no es del juego de lo que quiero hablar... sino de las personas.

Somos personas, tenemos un rostro, una cabeza más o menos vacía y un corazón.


Imagino que habrá sonado sincero... o casi. Porque nos consideramos a nosotros mismos personas, pero nos cuesta mucho tratar como tales a nuestros semejantes. No queremos que nos dañen, pero actuamos como si el que tenemos delante no tuviera un corazón frágil.

  • Los padres no son personas, son perfectos. Y cuando descubrimos que no lo son, les perdemos el respeto
  • Los hermanos no son personas, son una lata
  • Los amigos no son personas, sólo nos acordamos de ellos cuando necesitamos algo
  • La pareja no es persona, es nuestra posesión
  • Los hijos no son personas, son algo a lo que proteger a toda costa. No tienen capacidad para pensar, y no queremos que la tengan nunca
Y, naturalmente, queremos que nos traten como seres humanos, pero casi siempre anteponemos nuestras necesidades a la de los demás, poniendo el interés por delante de las personas.

Como decía Antonio Banderas en un anuncio... no es lo que tengo, es lo que soy. Pero claro... estaba intentando hacerte creer que para ser, tienes que tener, así que intenta engañar, como casi toda propaganda.

Y mientras tanto... seguire buscando el final del arcoiris. Pero me temo que cuando llegue, en lugar de un paisaje maravilloso, encontraré una tierra llena de agujeros, porque todos los que llegan lo hacen con un único objetivo... encontrar la olla llena de oro.


(P.D.) Que nadie me diga que es distint@. No porque no lo crea, sino porque lo sé... si no fuera así, no os interesarían estas gilipolleces. O si?

3 comentarios:

Brujita dijo...

distinto? no, pero si te dire que tiendes a exagerar mucho los roles y papeles de la vida... ni todo es tan blanco ni todo es tan negro, como siempre "todo es según el cristal con que se mira." (Ramon de Campoamor dixit)

AVE FÉNIX dijo...

mmm quiza lleves razón...nunca lo había pensado así...pero el caso es que casi todas las personas son egoistas en el sentido de que son lo primero para sí mismas...mmm...quizá antes de esperar que nos traten como a seres humanos debamos empezar desde nosotros mismos, haciendolo...habrá más posibilidades de que te respondan con la misma moneda ¿no?...
beso. espero tu relato de Casablanca eh¿?¿?¿ por si no me lees las contestaciones jajaj ;)).......

Anónimo dijo...

Bueeeno... sinceramente discrepo en muchas de las cosas.

a) Los padres, que NO son perfectos, aunque lo hayamos creido un día, cuando descubrimos que no lo son, simplemente pasas a comprenderlos mucho mejor. Y por supuesto, a quererlos mucho mas. Al menos, en mi caso.

b) Los hermanos son una lata.
Aunque una maravillosa lata, tenerlos al lado... Me considero afortunada que en el sorteo de hermanos me tocara mi hermana... pq sinceramente, no la hubera elegido así, a primera vista... porque es una tipa, pero... la comprendo, la respeto... y es la persona que mas quiero del mundo.

c) La pareja: Ayyyyyy... la pareja. Esto me lo reservo, nadie es de nadie. (Mas, en mi blog.. ya sabes...)

d) Menudo rollo te estoy metiendo.. pero no te desanimes... que ya falta poquito.

e) Los hijos: No tengo y no sé si llegaré a tener, pero intuyo que debe ser una auténtica maravilla tener pequeñuelos. Por supuesto que hay que protegerlos, aunque a veces debes dejar que tropiecen para que aprendan a protegerse solos.

No suelo anteponer mis intereses a los de los demás. Te lo digo de verdad, no por pedantería.

De esto último he sacado grandes ventajas emocionales, y esto, en si, ahora que lo leo, es anteponer un interés mio al del resto. Un poco complicado de entender, pero así es.

Antonio Banderas, quería venderte un reloj.

A mi me dá igual. Ni lo escuchaba.
Que bueno esta el pobrecico.

Besitos.

Mai

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