martes, 9 de marzo de 2010

El juicio

Este día tenía que llegar. Incluso creo que ha tardado demasiado.

Lo que sí me sorprende es que sea yo quien tiene que subir al estrado. Los demás, veletas sin criterio, paladines de lo políticamente correcto, en lugar de defender lo suyo han decidido levantar también el dedo acusador. A pesar de asegurarme que creían en lo que hacía, de prometerme su apoyo incondicional, a la hora de la verdad han agachado la cabeza y han callado.

Quizás era de esperar. A fin de cuentas, nadie ha osado nunca enfrentarse a la Inquisición.

Los testigos llevan toda la mañana subiendo al estrado, uno tras otro. Todos dicen prácticamente lo mismo. Me acusan de prometerles amor y felicidad sin poderlo cumplir. Me acusan de hundirles en la melancolía, o de transportarles a mundos de fantasía. Me acusan de herejía.

Ha llegado el momento. La acusación grita mi nombre. Me levanto lentamente y recorro la sala, notando todas las miradas clavándose en mí, escuchando los cuchicheos del vulgo. Me siento en la silla. El fiscal se acerca y me clava su mirada, intentando intimidarme. Empieza:

--Dígame su nombre y profesión.

--Me llaman Eingel. Y soy un trovador.

--Así que lo reconoce usted.

Suspiro.

--Naturalmente. Siempre he sido trovador, y lo seré hasta el mismo día de mi muerte.

--¿Puede contarnos qué pasó el sábado 29 de mayo en la plaza del Ayuntamiento?

--No hay mucho que contar. Llegué a media mañana, escogí un lugar que me parecía idóneo. Coloqué allí mi taburete. Me senté, saqué mi laúd y empecé a cantar.

Rumores por toda la sala. Dicen que soy malvado, un hereje. Que no merezco vivir.

El fiscal sonríe. Se sabe ganador.

--¿Sabe usted que está totalmente prohibida la música, que es herejía? --Asentí. El fiscal insistió:--Dígalo en voz alta.

--Si. Lo sabía.

--¿Entonces por qué lo hizo?

Suspiro. Me lo juego todo a una carta.

--La música es hermosa. Es buena, no mala. Nos alegra el corazón, expresa nuestras emociones. Nos hace pensar en la vida, en el amor, en lo bueno y en lo malo de este mundo. Nos da vida. Saca fuera lo que llevamos dentro. Nos permite viajar, nos hace humanos.

Silencio en la sala. Parece que no está todo perdido.

--No hay más preguntas. Puede levantarse.

Me levanto, confiado, exultante. Mientras me dirijo al banquillo, el fiscal comienza a hablar:

--Señor Juez, el alegato que acaba de escuchar por parte del acusado, son palabras del mismísimo Diablo, que usa esas hermosas palabras para tentarnos, y dejarnos embaucar. Y así utilizará su música para atrapar nuestras almas, y llevarlas al Infierno, donde arderán por toda la eternidad. Solicito sea condenado a la hoguera.

--Así será –espeta el juez--. Lo condeno a morir en la hoguera.

Y con un golpe de martillo, sella mi destino. Eso sí, cumpliré mi promesa y moriré como un trovador, aunque sea en un mundo sin música.

13 comentarios:

Jenn dijo...

Me alegro de que hayas vuelto a escribir. Ves como no se te ha olvidado. Solo tienes que abrir la puerta de la imaginación, y dejar que los pensamientos fluyan, de dispersen y cojan forma.

Besitos.

Nefertari dijo...

Quizás es lo mejor, ¿acaso merece la pena vivir en un mundo sin música?

Brujita dijo...

Ciertamente, quien quiere vivir en un mundo sin música?
Por otro lado... los politicamente correctos suelen ser los más inocrrectos en ocasiones claves ;)

Mae dijo...

Holaaa!!
Me alegro muchísimo de que hayas vuelto a escribir.. Ahora continuarás, no??

Y ciertamente, un mundo sin música, no sería nada...
Para mi, la música es mucho, por no decir que lo es todo.
Cada persona tiene su son. Cada momento su melodía. Cada palabra su entonación. Cada poema su partitura. Cada beso su soniquete...
Un mundo sin música no sería mundo y el que la prohibe y la condena no es persona!

Besos Eingel.

Abejita dijo...

me ha encantado. Sigue siendo ese trovador de músicas olvidadas y de sueños...

bss

Ovillada dijo...

Que duro sería al menos para mi vivir sin música, y menos mal que aún quedan trovadores, creadores de sueños, inventores de emociones renovadas para ayudarnos a seguir adelante.
Gracias

Lola dijo...

Precioso. Emotivo.

Marta (Tuki) dijo...

Algo malo tenía que tener el arte! =)

Mae dijo...

Holaaaa!
Muchas felicidades en el día de tu cumpleaños!!
Como ves, no se me ha olvidado!!
Un besazo enorme y espero haya sido un buen día!!

Txispas dijo...

Un mundo sin música es como un blog sin tus comentarios... imposible de pensar y muy difícil de ver.

Besotes guapo, espero que lo pasaras bien ayer.

Yessitha dijo...

Y que va a ser de un mundo sin musica?? no habrá apelación a la sentencia??? que juicio tan injusto ¬¬

Marta (Tuki) dijo...

Para cuando una nueva joya que leer?

N.M. dijo...

Walaa, veo que sigues en tu línea =), es muy chulo!

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